Del lado de las cataratas

ARGENTINA, DONDE EL AGUA SE MANIFIESTA

2ª Parte.

«A los que les llegan mensajes en una botella y se paran para recibirlos y acogerlos»

In memoriam, J.A.A

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En las cataratas, el agua se alza majestuosa, exhuberante, ensordecedora y turbulenta. Aunque no guardes silencio, callas. Cae en vertical, brama, choca abruptamente, arrastra a las rocas y estalla, devolviendo un tenue, suave e incesante manto de lluvia. Agua en cascadas, en cortinas, en corrientes, en remolinos, en toboganes. Accesible desde puentes, miradores, balcones, escalinatas, islas y senderos. Fresca y húmeda. Densas nubes de vapor.

Platean el agua, con el brillo de sus miradas, aquéllos que se paran a contemplar.

La tierra roja, ya vencida, colorea el agua. Piedras oscuras, selva verde, espuma blanca, cielo azul. El sol en lucha violenta, abrupta, con las brumas. Devuelven grandes puentes de colores: arcoiris. Rugen las cataratas. Luz y silencio. Resuena, grande, poderosa.

Respirá, ché, no te olvides, porque todo se olvida cuando sabés que sólo las estrellas disfrutan de su belleza cada día.

Ayer, me equivoqué, me asusté, temblé y me marché, la dejé, elegí, me fuí, desaparecí. Volver…